Este post surgió mientras veía (de hecho lo estoy escribiendo durante el transcurso del mismo) el programa "Argentina para armar" que se televisa por en canal TN y lo conduce Ma. Laura Santillán. Mi viejo me llamo y me dijo "...poné TN que hay gente como vos...". Cuando lo pongo me dí cuenta que me quería decir.
Se trataba de Ideas argentinas que conquistan el mundo a partir fundamentalmente del espíritu emprendedor de los que ahora son empresarios. Digo ahora, porque cuando arrancaron con lo que tienen hoy eran personas de muy bajo perfil, que pasaban desapercibidos. Si bien algunos de los que estaban presentes (Ricky Zarkany, Café Martinez, Pronto Wash, Sushi Club, Cerveza Antares) tenían una historia de familia en el sector, no dejen de ser emprendedores. Destaco sobre todo algo que siempre lo tengo presente, en un punto gracias a la educación que tuve, que son las ganas y la pasión que uno le tiene que poner a lo que quiere hacer. De los sueños vivimos, sino los tenemos la vida no tiene sentido, pero obviamente de ellos no se puede comer. Pero si es importantísimo tenerlos, siempre con los pies en la tierra.
Si uno se plantea algo, le pone esfuerzo, voluntad, alegría y PASIÓN sobre todo, con metas de por medio, todo se logra. Y agrego algo más, cuando tenemos un sueño y lo intentamos poner en marcha no podemos dejar de pensar que dentro del mundo emprendedor siempre nos gustaría que ese emprendimiento nos deje rentabilidad. Pero si al principio de todo ya empezamos a pensar en dinero, no creo que lleguemos muy lejos.
Tampoco hay que ser necio y hacer oídos sordos a externalidades (circunstancias del país, apoyo del sector, mal asesoramiento, etc) que pueden afectar a el empredimiento. Como bien dijo en el programa Carlos Canudas, el 95% de los emprendimientos muere en el intento pero ello no tiene que asustarnos. Todo es realizable, en la medida de las circunstancias en las que vivimos.
Además, el argentino tiene algo que lo diferencia del resto. Estamos acostumbrados a remarla. A buscar donde no hay. A levantarse ante la adversidad. Constantemente tenemos trabas. O es el tránsito en la ciudad, o es el clima, o es el trabajo mismo y miles cosas más siempre salimos y acá estamos. Bien, mal...pero estamos en movimiento.
Hay que animarse y arrancar. Tratar de saber escuchar, sacarse los miedos, asesorarse y sobre todo apasionarse con lo que estamos y queremos hacer. Yo me siento identificado con los valores del emprendedor. Ser un visionario por un lado y contar con un espíritu de creer, crecer y no bajar los brazos ante la adversidad que en definitiva es lo que nos fortalece y nos hace aprender para capitalizar los errores. Slds...
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